La muerte enseña….

Hola papá, te he extrañado mucho, mi rebeldía te hacía protagonista de mi vida. No se puede medir el sufrimiento, mejor así es libertad para desarrollar todo lo que se es. 

Una vez me dijiste, no pienses en mí, vive tu vida…. así intenté hacer y orgullosa de ello porque nunca se deja de aprender pero ya escribí una vez que aprendí, sobre todo, a ser mejor y no parecerme a ti.

Hola papá, de nuevo, ahora has vuelto más mayor y lleno de miedos por el paso del tiempo, necesitas a alguien que asegure tu bienestar para sentir que no quedarás en el abandono. 

Tranquilo papá, no pienso en ti, ahora vivo mi vida y te busco si quiero, no te necesito. Si he de ser sincera, te necesitaré siempre pero no a ti, sino a la figura de un padre que te ame, es normal, lo tengo aceptado. Simplemente, si mueres antes que yo por ley de vida, prefiero hablarte a distancia, lejos, que no hablar contigo nunca. 

Le doy gracias a la vida por concederme esta oportunidad, a ti no.